Nuestros cuerpos extasiados
sudando de placer
cuando dábamos el alma
al pie del amanecer.
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Nuestros cuerpos enredados
en la sala en el sofá, en la cocina,
en el baño, en el piso del desván...
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No necesitábamos sábanas,
sin almohada daba igual; al unirse
nuestros cuerpos todo era celestial.
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Una vela nos iluminaba,
música sensual nos arrullaba,
se aceleraba el ritmo y
aumentaba la humedad.
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Los gemidos que nacían de dos
cuerpos desquiciados, desquiciados
de locura y de orgasmos alcanzados;
los gemidos delataban supremas
sensaciones, animales salvajes
fuimos en ocasiones.
-
Entregamos el alma
y la vida en nuestros cuerpos,
ternura en las miradas, amor
en cada palabra, y se encendía
la noche con la luz del fuego
de nuestra llamarada.
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Amor en cada roce, pasión
en cada beso, fundiéndonos tu y yo
en un volcán de pasiones y llenado
cada espacio de gemidos y deseos.
~~~ ღ @ AriaDna ღ~~~
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